Premio_Biophilia_II_edicion_1600x650

Artículo firmado por 17 científicos, incluyendo Paul Ehrlich, Premio Fronteras del Conocimiento en Ecología

La degradación medioambiental del planeta: una amenaza que la comunidad internacional debe abordar con urgencia

Un grupo internacional de 17 científicos ha detallado la degradación medioambiental del planeta en un artículo publicado en la revista Frontiers in Conservation Science, con el objetivo de concienciar a la sociedad sobre la gravedad de esta amenaza y urgir a los líderes mundiales a adoptar medidas eficaces para afrontarla. Entre los autores del trabajo se encuentra Paul Ehrlich, catedrático de la Universidad de Stanford y Premio Fronteras del Conocimiento en Ecología en 2014, y Peter Raven, catedrático de la Universidad de Washington en St Louis y ganador del Premio Fundación BBVA a la Conservación de la Biodiversidad en 2007.

18 enero, 2021

“La humanidad está provocando un rápido declive de la biodiversidad y, con ello, la Tierra está perdiendo su capacidad para sostener la vida compleja. Pero a la mayor parte de la gente le esta costando comprender la magnitud de esta pérdida, pese a la erosión constante que supone para el tejido de la civilización humana”, afirman los autores al comienzo de su artículo. De hecho, los expertos reconocen que “la escala de las amenazas a la biosfera y todas sus formas de vida, incluida la humanidad, es tan grande que es difícil de comprender incluso para los expertos bien informados”.

“Llamamos especialmente la atención sobre la falta de concienciación sobre los enormes desafíos que supone lograr un futuro sostenible. La ciencia que subyace a estos problemas es sólida; sin embargo, el conocimiento de los mismos es débil. Sin apreciar y difundir plenamente el alcance de los problemas, y la magnitud de las soluciones requeridas, la sociedad no podrá conseguir –ni siquiera– los objetivos de sostenibilidad más modestos”, afirman los expertos.

Resultados de más de 150 estudios

El artículo resume los resultados de más de 150 estudios que presentan un alarmante panorama sobre la pérdida de biodiversidad y la extinción masiva de especies, la disrupción climática y la contaminación ambiental, todo ello vinculado a la actividad industrial y al consumo humano, así como al crecimiento de la población. Los datos reflejan claramente que estos problemas se agravarán de forma dramática si  la comunidad internacional no aborda con contundencia el deterioro medioambiental.

“La situación es tal que si no frenamos con éxito el acelerado cambio climático y la pérdida de biodiversidad en las próximas décadas, la amenaza sobre nuestra propia supervivencia está garantizada”, comenta tras revisar los datos de este artículo Pedro Jordano, profesor de investigación en el Departamento de Ecología Integrativa de la Estación Biológica de Doñana-CSIC (España) y secretario del jurado del Premio Fronteras del Conocimiento en Ecología y Biología de la Conservación. “Dicho de otro modo, o pasamos a una acción decidida y sin ambages por parte de nuestros líderes políticos, de forma consensuada y dirigida, o nos veremos abocados a una situación ambiental muy grave y sin arreglo posible. La inacción política tendrá consecuencias devastadoras”.

“El problema”, advierte el profesor Jordano, “es una combinación de ignorancia y de cortoplacismo sobre intereses inmediatos, que garantiza un futuro enormemente incierto para las futuras generaciones. La pérdida de biodiversidad y el devastador ritmo de cambio global parecen no tener freno y ocupan lugares muy bajos en la escala de prioridades de los países. La escala y rapidez de los cambios que estamos aplicando para preservar nuestro planeta queda demasiado corta e insuficiente comparada con la implacable destrucción que está teniendo lugar”.

El riesgo de la inacción 

De hecho, según Paul Ehrlich, en la actualidad ningún sistema político o económico está preparado para afrontar los desastres que predicen los modelos sobre el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, si no se frena la degradación medioambiental. “Frenar la pérdida de biodiversidad no está entre las principales prioridades de ningún país, sino que está muy por debajo de otras cuestiones como el desempleo, la sanidad, el crecimiento económico o la estabilidad monetaria”, ha afirmado Ehrlich en un comunicado conjunto emitido por las principales instituciones a las que pertenecen los firmantes del artículo: Stanford, UCLA, y Flinders University (Australa).

“La mayoría de las economías operan sobre la base de que las acciones para detener el deterioro medioambiental son demasiado costosas para ser políticamente aceptables”, afirma el investigador galardonado con el Premio Fronteras en Ecología y Biología de la Conservación. “Esto, combinado con campañas de desinformación para proteger los beneficios a corto plazo, hace dudoso que se puedan adoptar a tiempo las medidas necesarias”.

En todo caso, Ehrlich y sus colegas enfatizan en las conclusiones del artículo publicado en Frontiers in Conservation Science que su objetivo “no es adoptar una perspectiva fatalista”, ya que “existen muchos ejemplos de intervenciones exitosas para prevenir extinciones, restaurar ecosistemas y fomentar actividad económica más sostenible”. Por todo ello, consideran que “solo un diagnóstico realista de los desafíos colosales que afronta la comunidad internacional le permitirá encontrar el camino hacia un futuro menos devastado”.

“Estamos enfrascados en promover el progreso humano en una dirección equivocada: aquélla que nos enfrenta a la naturaleza, en lugar de hacernos conscientes que compartimos futuro con ella. Un futuro sostenible no se improvisa. Hemos de preguntarnos qué sistema político-económico-social y de liderazgo es el más adecuado y está mejor preparado para afrontar con éxito los enormes retos que tenemos para frenar el deterioro de nuestro planeta”, concluye el profesor Jordano.